Tras su paso como exclusiva temporal por la plataforma digital de la manzanita, Air Twister llega a Nintendo Switch con la intención de transportarnos a una época donde los arcades estaban en su plenitud. El creador, Yu Suzuki, es el maestro de grandes clásicos que nos han acompañado durante toda nuestra vida videojueguil. ¡Y qué clásicos! Suyas son obras como Space Harrier, OutRun, Virtua Fighter o el maravilloso Shenmue. Máximo respeto por uno de los mayores genios de la industria. Pero esta vez con AirTwister se aleja de aquellas superproducciones de SEGA y nos presenta un modesto, pero competente shooter on-rails, que cumple con eficacia en lo que realmente importa: la jugabilidad.
En esta ocasión controlamos a Arch, una princesa guerrera que debe responder a la amenaza de una invasión alienígena en su planeta natal. Bajo esta premisa y montando a lomos de nuestro gigantesco ¿cisne?, debemos superar doce niveles atacando y esquivando a toda la batería de enemigos que se nos presentan frente a nuestras narices. Su sencilla jugabilidad toma la simple base jugable del mencionado Space Harrier y se adueña de algunas características introducidas en el género durante años. Querer jugar con el ritmo de la música nos hace pensar directamente en Rez, mientras que fijar el disparo a varios objetivos, además de cabalgar a lomos de una montura voladora, en el mítico Panzer Dragoon y sus dragones.
Una vez nos ponemos a los mandos, la acción simplista atrapa al jugador, proporcionando momentos de gran emoción en algunas de sus breves fases. En ese sentido, los mejores instantes son ofrecidos por los jefes de zona, quienes manifiestan distintos patrones que requieren de habilidad y cierta concentración para ser superados. Nada grave, la dificultad estándar es la correcta para superar el juego tras varios intentos. Los enemigos normales, por contra, pecan de simples y se repiten constantemente a lo largo de todas las fases. Se echa en falta más variedad sin duda.
La sencilla y tradicional estructura arcade deja paso a las modernas mecánicas de un roguelike más actual. Y es que gracias a las estrellas que vamos recogiendo por el camino, al terminar el intento (completado o no...), el juego nos brinda la posibilidad de adquirir potenciadores permanentes, como nuevas armas u objetos, que nos faciliten las cosas en nuevos intentos. También se incluye el desbloqueo de cosméticos con los que personalizar el aspecto de nuestra protagonista, corazones adicionales para aumentar su medidor de salud y modos extra para mantener viva la implicación del jugador. Por otro lado, también disponemos de un inexplicable y trabajada guía que expande y enriquece el universo del juego. Su añadido es curioso cuanto menos ya que, salvo las escasas escenas de video introductorias de fase, la conexión entre el jugador y el mundo de AirTwister es completamente inexistente. Se agradece, en cualquier caso.
A lo largo de estas doce fases viajaremos a lugares extraídos directamente de la mente de un artista con aires surrealistas. El arte y la música nos acompañan en un viaje donde lo místico y la psicodelia se dan de la mano. El duro impacto inicial deja paso a la sorpresa y curiosidad, aceptando en gran medida lo que se nos presenta en pantalla y disfrutando de algunas idas de olla de lo más bizarras. Su música, un gran conjunto de temas de ópera rock compuestos por el artista holandés Valensia, deja en evidencia la necesidad del creador de querer sorprender y alejarse de modelos bien establecidos en el género. Se agradece el intento, pero consideramos que es totalmente inadecuada para la acción que se nos presenta en pantalla. Aun así, bien merece una escuchada porque tiene grandes temas.
Conclusión
Más allá de su singular arte y envoltorio, Air Twister es un competente shooter que nos recuerda irremediablemente a las máquinas de Sega de los 80 y 90. Es más, salvando las distancias, se ve como una secuela espiritual de Space Harrier. Es un arcade frenético que va directo al grano, divertido de jugar y ofrece, gracias a elementos roguelike y contendido postgame, numerosos extras para mantener entretenido al jugador durante un buen puñado de intentos.
Lo mejor
Jugablemente recuerda bastante al clásico Space Harrier. Las últimas fases son frenéticas y recuerdan a lo mejor del genero. Con abundante contenido extra. {alertSuccess}
Lo peor
Campaña algo breve. La banda sonora no encaja con la acción en pantalla. {alertError}
