Yaza Games llega por lo alto a Nintendo Switch con Inkulinati, un juego de estrategia por turnos de lo más medieval con un humor descarado. Aquí los antiguos manuscritos medievales cobran vida para volverse campos de batalla, así que coge una pluma, dibuja bestias y contrólalas para salir victorioso. ¡Bienvenidos al análisis de un juego donde hacer que un conejo enseñe el culo puede ser la mejor opción! Y no, lo de enseñar el culo no va de broma.
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Aquí encarnamos a un aprendiz de escriba que aspira a ser un gran Inkulinati, para ello tendremos varios tutoriales que están orientados como puzzles para que sea más fácil entender las mecánicas principales y un modo campaña. En la campaña principal, tu maestro muere por accidente y la muerte te ofrece un trato para devolverle a la vida si vences a los otros Inkulinati, para lo que tendrás que ir superando diferentes enfrentamientos a medida que te haces más fuerte.
La jugabilidad de la campaña está pensada para tener un toque roguelike, va alternando diferentes tipos de combates con opciones de mejora, ya sea más salud, más tinta para dibujar u oro para comprar acciones y animales nuevos para nuestro personaje. Si conseguimos llegar al final desbloqueamos nuevos animales y acciones para otras partidas, añadiendo así rejugabilidad y dando más importancia al bestiario que podemos consultar y a la opción de hacer duelos sueltos para probar estrategias.
En los combates tendrás gotas de tinta que gastarás para dibujar a tus animales que controlarás en el siguiente “capítulo” como se refieren a los turnos. Y es que uno de los aspectos más divertidos del juego son justamente los animales: tienes desde conejos que pueden enseñar el culo para dar jaqueca a los enemigos, gatos obispos, burros gaiteros que se tiran pedos y hasta caracoles que se lo comen todo.
Pero atento, no todo se resuelve a golpes: la acción pasa en las páginas de un libro y este detalle no es solo estético, esconde una mecánica crucial para el posicionamiento. ¿Un enemigo te ataca desde un borde? ¡Empújalo fuera! Sí, puedes empujar unidades, tanto amigas como enemigas, hasta el siguiente hueco libre en la pintura y mucho ojo, si no hay hueco caerá fuera y morirá directamente.
Además, los mapas no son solo planos y suelen tener algún que otro añadido como trampas que hacen daño y altares que te dan bonificaciones al pasar por ellos… o ser empujado. También hay zonas que, al acabar el capítulo, en ellas te darán más tinta o alguna bonificación y, si utilizas mucho un animal, sube el aburrimiento y será más caro de dibujar. ¡Tendrás que adaptarte a cada batalla cambiando tu estrategia!
Si suena muy complicado no tienes nada de lo que preocuparte: trae 4 modos de dificultad diferentes, de “mala” a “mejor que la tuya”, siendo “mala” la que tiene más vida inicial y plumas para revivir evitando el game over y “mejor que la tuya” la que menos. Así, Inkulinati puede evitar la frustración y ofrecer una experiencia de unas 8 horas al alcance de todos.
Gráficamente ya lo estáis viendo, brilla por su originalidad al simular ser un manuscrito medieval dibujado y mantener esa estética en todo momento. La banda sonora totalmente medieval da un aire de motivación y aventura que casa tanto con el combate como con el humor de todo el juego.
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En conclusión, Inkulinati ofrece un soplo de aire fresco al género de combate por turnos que le sienta fenomenal, convirtiéndose en algo nuevo y original para aquellos que disfrutan de buena estrategia, humor absurdo y estética con encanto medieval. Eso sí, ¡Prepárate para enseñar el culo si te atreves con el reto!
*Este análisis se ha realizado gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha proporcionado por Yaza Games desde PressEngine.