Análisis de Fast & Furious Arcade Edition

Imagen promocional de Fast & Furious: Arcade Edition con dos coches de alto rendimiento

La saga cinematografica de Fast & Furious siempre ha sido sinónimo de acción, velocidad y excesos, y su salto al terreno de la velocidad arcade intenta capturar precisamente esa esencia. Con Fast & Furious: Arcade Edition, el estudio Raw Thrills intenta ofrecer una experiencia directa y espectacular, centrada en la adrenalina y el caos más que en la simulación. El resultado es un título que deslumbra a primera vista, pero que pronto deja entrever un diseño algo limitado y una falta alarmante de contenido. ¡Arrancamos!

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Desde el primer minuto, el juego deja claro su propuesta: pura acción y velocidad sin concesiones. Sin embargo, el control termina empañando parte de la experiencia. La dirección del vehículo resulta tan sensible que un ligero toque al stick puede transformar una curva sencilla en un espectacular accidente. Da la impresión de que los desarrolladores han optado por priorizar el caos y la acción por encima del dominio del jugador. Todo se siente trepidante, sí, pero una opción de calibración o ajuste de sensibilidad habría estado realmente bien.

Coches compitiendo a gran velocidad en el circuito de Hong Kong, con luces de neón y un entorno urbano futurista en Fast & Furious: Arcade Edition

Fast & Furious: Arcade Edition ofrece seis circuitos ambientados en diferentes partes del mundo (como La Habana, Yellowstone o Hong Kong), todos hasta arriba de obstáculos, trampas y explosiones que convierten cada carrera en un espectáculo de caos descontrolado. Cada pista incluye caminos alternativos y rutas ocultas que aportan variedad visual y la ilusión de elección, aunque en la práctica apenas influyen en el resultado. Pese a ello, se agradece la intención de añadir algo de variedad.

Además de cruzar la meta en primer lugar, durante la carrera también podemos cumplir objetivos secundarios, como alcanzar una velocidad determinada, realizar saltos perfectos o usar el turbo en momentos concretos. Estas metas apenas influyen en la progresión y se sienten más como un añadido secundario para alargar la duración del juego. Esto, sumado a la ausencia de un modo historia o campeonato, provoca que la progresión se sienta vacía. En apenas una sesión de una hora es posible ver todo el contenido disponible.

Un coche realiza un salto sobre una carretera montañosa en el circuito de Yellowstone

Por otro lado, el garaje ofrece ocho coches base y una versión “Furious” que se desbloquea al ganar todos los circuitos con el mismo modelo. Las mejoras son básicamente estéticas e incrementan ligeramente la velocidad y el nitro, pero la conducción entre vehículos apenas varía.

Visualmente, el título cumple con lo que promete: explosiones, luces y un espectáculo arcade de suficiente nivel. Los efectos visuales y la cámara dinámica mantienen la atención del jugador, aunque las texturas planas y modelados simples delatan su origen humilde. La sensación de velocidad es uno de sus mayores aciertos, y el rendimiento en Switch 2 se mantiene estable incluso en modo portátil. En Switch sí que se aprecia algún que otro problema de rendimiento. No es llamativo ni llega a empañar la experiencia, pero existe.

El apartado sonoro acompaña sin destacar, con melodías electrónicas algo repetitivas y efectos de motor genéricos. Cumple su función.

El juego ofrece un modo para dos jugadores en pantalla dividida. Sin embargo, la falta de un modo online supone una oportunidad desaprovechada, ya que sin esa función la rejugabilidad queda limitada a partidas breves y ocasionales.

Varios coches compiten a gran velocidad por una pista de arena rodeada de vegetación tropical en el circuito de Colombia

En definitiva, Fast & Furious: Arcade Edition cumple su propósito de ofrecer acción inmediata, pero su escaso contenido y jugabilidad limitada impiden que destaque entre los grandes del genero. Es un título ideal para partidas breves y nostálgicos del arcade clásico, aunque poco recomendable si buscas profundidad o progresión.

Lo mejor:
Sensación de velocidad muy lograda
Escenarios llenos de explosiones, saltos y caminos alternativos
Modo local para dos jugadores
Lo peor:
Dirección excesivamente sensible
Sin modo online ni progresión real
Muy poco contenido y sin modo historia
58 /100

*Este análisis se ha realizado gracias a un código de descarga para Nintendo Switch 2 que nos ha proporcionado Meridiem Games.

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