Yasha: Legends of the Demon Blade es un roguelite de acción que llega con la promesa de ofrecer combates rápidos, ambientación folclórica japonesa y una estética muy cuidada. Disponible para Nintendo Switch, este título desarrollado por 7QUARK se suma a la creciente lista de exponentes del género. ¿Logra destacar entre tanto rival o se queda en el intento?
La historia se sitúa en una versión alternativa del Japón feudal, la convivencia entre humanos y demonios se rompe cuando el Zorro de Nueve Colas desata el caos enviando hordas de espíritus a arrasar la tierra. Aquí entra el jugador, quien debe elegir entre tres protagonistas para enfrentarse al mal y restaurar la paz.
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Cada personaje cuenta con una narrativa propia que, si bien comparte escenarios y progresión general, aporta matices únicos en sus diálogos y relaciones con los personajes secundarios del juego. Este enfoque añade algo de rejugabilidad, aunque repetir zonas similares con estructuras casi idénticas puede resultar repetitivo para algunos jugadores.
La variedad de estilos es uno de los puntos fuertes de Yasha. De los tres héroes disponibles (Shigure, Sara y Taketora), cada uno maneja armas diferentes y tiene acceso a habilidades exclusivas que se van desbloqueando y mejorando con el progreso.
El diseño general de Yasha: Legends of the Demon Blade bebe claramente de fuentes conocidas como Hades o Dead Cells. Contamos con un sistema de combate isométrico basado en ataques ligeros, pesados, dash y parry, todos ejecutables con fluidez. La respuesta de los controles es sólida y permite ejecutar combos dinámicos que premian la precisión.
Durante cada partida, iremos obteniendo orbes con mejoras pasivas o activas, muchas de las cuales sinergizan con las armas que llevamos. Este sistema aporta cierta estrategia a cada run, y si bien no ofrece grandes sorpresas, cumple con lo que se espera de un roguelite moderno.
En cada sección del mapa nos enfrentaremos a oleadas de enemigos. Al derrotarlos, podremos acceder a nuevos objetos, mejoras y zonas especiales. Cada dos niveles aparece un jefe que actúa como checkpoint narrativo y mecánico, premiándonos con equipo o desbloqueos para futuras partidas.
Como en todo roguelite, la muerte es parte del viaje. Cada vez que caemos en combate, regresamos a un santuario desde el que podemos invertir los recursos obtenidos en mejorar atributos básicos, desbloquear armas y afinar nuestro arsenal. Sin embargo, esta progresión puede sentirse algo lenta y repetitiva en las primeras horas, lo cual podría desmotivar a quienes no estén acostumbrados al grinding inherente al género.
Algo interesante es el pequeño pueblo al que accedemos tras derrotar jefes. Aquí no solo se comercia y mejora al personaje, sino que también se accede a desafíos opcionales con recompensas valiosas. Eso sí, si fallamos, comenzaremos la siguiente sección con la vida a la mitad. Este sistema de riesgo-recompensa añade una capa de tensión que se agradece.
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Uno de los mayores aciertos de Yasha: Legends of the Demon Blade está en su estética visual. Con ilustraciones y animaciones que remiten al ukiyo-e tradicional pero con un toque moderno, el juego logra construir una identidad visual atractiva. Los efectos en combate son vistosos, los enemigos están bien diseñados y los escenarios, aunque no muy variados, reflejan con acierto la inspiración japonesa del título.
La banda sonora acompaña con tonos tradicionales y ambientales, creando una atmósfera envolvente. Técnicamente, el juego corre sin problemas en la Switch estándar, con tiempos de carga breves y rendimiento estable tanto en modo portátil como en dock.
Si algo define a Yasha: Legends of the Demon Blade, es que hace muchas cosas bien… pero pocas cosas nuevas. No innova dentro del género ni pretende hacerlo. Se le puede criticar su progresión algo plana, su historia superficial y el poco cariño que han puesto en la traducción al español, pero es una opción muy recomendable para los amantes del genero.
*Este análisis se ha realizado gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha proporcionado Renaissance PR