Tras más de 6 años desde su anuncio, ya tenemos en nuestras manos Hollow Knight: Silksong, la tan esperada secuela de nuestro querido y diminuto caballero blanco. Pero, ¿ha merecido la pena la espera?
Es un hecho que Hollow Knight fue una revolución dentro de su género. Un pequeño grupo de tres desarrolladores consiguió marcar un antes y un después en los que hoy en día llamamos metroidvania.
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Por lo tanto, ¿qué es lo que podemos esperar ahora con Silksong? En esta secuela, como seguramente bien sabréis, nos pondremos en la piel de Hornet, a la cual ya conocimos durante nuestro periplo con el Caballero. Con Hornet, dejaremos (no por voluntad propia) los intrincados caminos de Hallownest para adentrarnos en Telalejana, un reino en ruinas que, antaño, estuvo lleno de vida. Sin embargo, ahora el Embrujo asola estas tierras y sus habitantes. Aquí, ascenderemos por el reino con el objetivo de llegar a la Ciudadela, en lugar de descender.
Del mismo modo que su antecesor, nos encontraremos con un gran mapa que explorar y una profunda historia por descubrir. Silksong no intenta innovar de manera grandiosa, sino que se centra en mejorar aún más las cualidades que ya poseía: su magnífico estilo artístico hecho a mano, con detalles pulidos píxel por píxel; sus encantadores personajes a los que les cogeremos cariño al instante (sí, te miro a ti, Sherma); sus vastos caminos que hacen que la exploración sea tan excelente, al igual que su música melancólica y sobrecogedora.
Porque cuando digo que es un juego detallado píxel por píxel, no es algo que diga por decir. Que el sonido de las pisadas de Hornet cambie según el tipo de superficie que pisamos, que podamos romper con nuestra aguja muchos de las farolas, plantas y postes que nos encontramos por el camino y que las gotas de lluvia hagan vibrar el mando de nuestra consola, solo son algunos de los muchos ejemplos que podría enumerar ahora mismo. Sin duda, Silksong es un juego que rezuma pasión en todos sus ámbitos.
En cuanto a jugabilidad, desde el inicio podremos notar que Hornet se mueve de manera mucho más ágil y dinámica que el Caballero. Correr, saltar, y simplemente moverte, se hace increíblemente satisfactorio. Además, a diferencia del Caballero, Hornet habla, algo que he de decir que me sorprendió para bien. Podremos deleitarnos con la manera en la que nuestra querida araña tiene de interactuar con los habitantes y peregrinos que buscan la Ciudadela, por lo que no será simplemente un cascarón vacío —guiño guiño— que controlaremos y ya.
Como buen metroidvania, nos internaremos en Telalejana sin saber absolutamente nada, simplemente nuestra aguja y nuestra capa roja con nosotros, y exploraremos cada rincón, descubriendo sus secretos, caminos inaccesibles, y habilidades que nos podrán dar acceso a esos mismos caminos más adelante. El apartado de exploración es algo en lo que Team Cherry, sin duda, es experto.
Es un juego exigente y desafiante: su dificultad ha dado mucho de lo que hablar. Muchos de los enemigos normales quitan dos máscaras de vida (empezamos el juego con cinco). Esto se compensa con la eficiente curación de Hornet, la cual se puede curar tres máscaras de golpe en pocos segundos. Sin embargo, a gran parte del público le ha parecido una dificultad demasiado elevada; de hecho, Team Cherry ya ha sacado alguna que otra actualización que ha balanceado ligeramente la dificultad del inicio. Otro factor es que los bancos, que son nuestro sitio seguro para curarnos y guardar partida, suelen estar bastante alejados de las zonas fáciles de morir, como son los jefes. Esto genera controversia, dado que si te enfrentas a un jefe en el cual mueres repetidamente, vas a tener que repetir el camino del banco al jefe una y otra vez, y esto puede ser frustrante o cansado para algunos jugadores.
Eso sí, hay que tener cuenta que este juego, al igual que Hollow Knight, se caracteriza por ser un reto. Nuestro personaje no es el que sube de experiencia y fuerza, sino que somos nosotros los que adquiriremos la habilidad mientras vayamos progresando y mejorando nuestra memoria muscular de tanto luchar una y otra vez con cada jefe.
A lo largo del juego podremos conseguir diferentes blasones, los cuales cambiarán tanto nuestra manera de combatir y de movernos como las herramientas que podremos equiparnos, así que podremos ajustarnos a nuestras preferencias, como más cómodos nos sintamos.
Si hablas más de una vez con los personajes podrás leer sus diferentes e interesantes líneas de diálogo y, además, alguno que otro te dará una misión secundaria. Sí, has leído bien: misión secundaria. Esto es una novedad más que nos trae Silksong, un sistema de misiones (o deseos, como las llaman en el juego) que nos harán disfrutar aún más de la exploración y de la satisfacción de ayudar a los habitantes y peregrinos de Telalejana.
El mapa es gigante. Enorme. Mucho más grande que Hallownest. Cuando piensas que no puede haber más caminos o zonas, descubres una pared quebradiza y pum, otras tres zonas enormes aparecen. Ya no es que estas paredes oculten salas secretas, no; es que pueden ocultar una zona entera completamente nueva.
Y, cómo no, hay muchas cosas por hacer. Es imposible aburrirte, e incluso si te atascas en algún lado, siempre tienes otro sitio al que ir. Eso sí: ten cuidado con no perder tus rosarios (la moneda del reino), porque definitivamente los vas a necesitar para comprar mapas y objetos, que no es que sean precisamente baratos, y como podrás comprobar, muy fáciles de encontrar no son. El sistema económico desbalanceado de Telalejana es algo que se tendrían que replantear (aunque sí que es verdad que es realista…).
Hollow Knight: Silksong es el fruto de un trabajo que, lo que sabe hacer bien, lo lleva un paso más allá. Es una obra audiovisual que te encandila con su arte, su ambientación, su excelente backtracking, su preciosa música y con su gran nivel de detalle y pasión invertidos. La elevada dificultad puede resultar frustrante en algunos momentos, pero es algo que se puede compensar si le dedicas el suficiente tiempo y habilidad. Definitivamente, al igual que lo fue Hallownest en su día, explorar Telalejana será toda una experiencia inolvidable.