El estudio italiano 3DClouds rinde tributo a la Fórmula 1 con Formula Legends, una propuesta que combina lo mejor de los simuladores clásicos con un toque arcade y una clara devoción por la historia del automovilismo. Sin embargo, esa ambición se ve comprometida por algunos problemas técnicos, físicas irregulares y una IA que no siempre juega limpio. Pero acelera compañero, se vienen curvas.
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Un viaje por siete décadas de velocidad
El modo principal recorre la evolución de los monoplazas desde los años 60 hasta la actualidad, con coches, pilotos y circuitos con clara inspiración en los reales, pero renombrados para evitar licencias. Algo así como los clubs de fútbol en los PES de antaño. Así, el encanto está tanto en reconocer a tus ídolos disfrazados bajo nombres cómicos como en descubrir cómo cada época introduce cambios en el manejo, el sonido de los motores o el diseño de los circuitos.
Cada década ofrece campeonatos y desafíos específicos, acompañados por filtros visuales que simulan el tono cálido de las transmisiones antiguas o el brillo televisivo de los 90. El resultado es una experiencia visualmente coherente, aunque no siempre estable: caídas de frames y popping arruinan parte del espectáculo.
Entre lo arcade y la simulación
La conducción busca un punto medio entre lo accesible y lo realista. Los coches responden con firmeza, pero las físicas resultan inconsistentes, y pequeños roces con la IA pueden acabar en choques absurdos o pérdidas de control injustas.
El sistema de desgaste de neumáticos, combustible y clima dinámico añade un toque estratégico que recuerda a los simuladores, pero sin llegar a la profundidad de otros títulos de simulación pura. Es una mezcla interesante, aunque a veces se siente que se encuentra en tierra de nadie: ni tan técnico como un simulador ni tan fluido como un arcade.
El talón de Aquiles: la inteligencia artificial
La IA presenta un comportamiento errático. En circuitos amplios puede resultar demasiado fácil, mientras que en trazados urbanos se vuelve casi imposible de batir, incluso en la dificultad “Normal”. Este desequilibrio obliga a repetir carreras o cambiar de estrategia constantemente, y se agrava al no poder modificar la dificultad durante un campeonato.
A todo esto se suma la ausencia total de multijugador, local u online, una carencia que limita su rejugabilidad y desaprovecha un potencial enorme para los aficionados al género.
Su regular rendimiento en Switch
La versión de Nintendo Switch es, sin duda, un port muy poco trabajado y por momentos nada recomendable. Para mantener los 30 FPS, se reduce la resolución de forma drástica, lo que provoca una imagen borrosa y una lectura difícil del trazado. El pop-in de objetos es evidente, las texturas son pobres y los gatillos digitales impiden una aceleración precisa, restando control en curvas o salidas. Si bien mantiene la esencia del juego, se siente como un port sin optimización.
Formula Legends tiene corazón y un profundo respeto por la historia de la Fórmula 1, pero se queda corto en ejecución. Su estética caricaturesca y el homenaje a distintas eras del automovilismo son encantadores, aunque los problemas de control, el rendimiento irregular y la ausencia de opciones multijugador lastran lo que podría haber sido un imprescindible del género.
*Este análisis se ha realizado gracias a un código de descarga para Nintendo Switch que nos ha proporcionado 3DClouds desde PressEngine.